Una
lágrima no cae de donde no cae
Y
detrás de ella un vientre renace como siempre
Con
su ombligo de través y con una promesa
Que
sólo sin salir crece hasta notarse por completo
Nada
que el dolor no ahogue persiste en la salobre esfera
Es
una noche después de cuyas horas lloverá
Se
pueden ver por el balcón árboles pequeños
Tan
abajo como sus raíces
Las
solitarias calles no pregonan mucho
Salvo
todo aquello que en el día se calle
El
cielo es otro mapa
Aquél
que se ahonda desde que se empezara a cavar la tierra
Y
aunque las nubes parecen tan oscuras
Invisibles
como pavos muy frondosos
Todas
se empañan en el frío igual que espejos de algodón
El
sueño cerrará los ojos cuando los ojos
Ya
no puedan postergar el sueño
Entonces
cuando la lluvia sea capaz de despertar el llanto
Que
con tal ternura duerme
Entonces
sí
Una
lágrima (la misma quizá)
Caerá
de donde no cae
Como
cae la lluvia que no deja de caer
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