sábado, 20 de mayo de 2017

MONTAÑA SAGRADA





Los árboles se trepan desde sus raíces
Y ofrecen siempre a la niebla
La dulce lentitud de inmóviles recuerdos.
Ya la luz recae sobre los verdes,
Con el mismo vigor de días
Que apenas hoy todavía no llegan.
Al atardecer, cuando la noche concilia sus albores,
Los loros vuelven (escuchadlos en silencio)
Indemnes, exactos,
Entre las secretas repeticiones de un cielo irrepetible.


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